
La domus de la calle de la Fruita
Las grandes domus -las casas particulares- encontradas en la
ciudad, con jardines, ricas decoraciones ornamentales, mosaicos y pinturas
murales de mucha calidad, confirman la existencia de grandes familias
propietarias. Probablemente, gracias a estas familias, la pequeña Barcino se
fue haciendo mayor y adquiriendo relevancia. A principios del siglo V ya se
acuñaba moneda, y se había establecido un primer vínculo con las élites
imperiales para situarse entre las ciudades de poder. Un ejemplo de esta
opulencia es la Domus Avinyó, abierta al público en el 2015 y situada junto al
perímetro amurallado. Datada entre los siglos I y IV dC, destaca por la rica
decoración pictórica del techo y las paredes. La otra gran casa de la Barcelona
romana que se puede visitar se encuentra en el número 2 de la calle de la Fruita.
Esta domus del siglo IV dC conserva un jardín interior (viridarium), de unos
100 m² y un estanque central circundado de un pasillo porticado (peristilum)
con un pavimento de mosaico (opus musivum). También hay habitaciones privadas
con mosaicos geométricos y pinturas en las paredes.
“ Los que conquistamos territorios hemos de construir ciudades;
los que heredamos ciudades hemos de construir una comunidad
– Julio César

En el subsuelo de la casa Padellàs, en la Plaza del Rey,
actual sede del Museo de Historia de Barcelona (MUHBA), se han descubierto los
restos de unas termas e, incluso, de una antigua lavandería. Otros domus se han
encontrado en la Plaza de Sant Miquel, seguramente una de las casas excavadas
más antiguas de la ciudad, de época fundacional o primera mitad de siglo I dC.
Los restos descubiertos en la plaza de Sant Iu y en la calle de los Condes de
Barcelona se ubican en el noroeste de la colonia, alrededor del considerado
foro de Barcino. La casa de la calle de Sant Honorat datada en el siglo IV dC y
las tabernae que se relacionan, se sitúan en el extremo oeste del espacio
tradicional destinado al foro de la ciudad de Barcino.
La domus de la Plaza del Rey (MUHBA)
La villa romana de la Sagrera -una casa de campo, con parte
productiva y parte de residencia lujosa- es, hasta el momento, la villa más
importante que se ha documentado en el entorno inmediato de la ciudad. El
yacimiento arqueológico se descubrió accidentalmente en junio de 2011 durante
la construcción de la estación del AVE, en la confluencia de los barrios de la
Sagrera y la Verneda. La villa, de considerables dimensiones -1.100m²-, está
conformada por diversas construcciones, termas, piscinas y canalizaciones
acuíferas. El hallazgo más importante ha sido dos mosaicos de 60m², una lápida
funeraria, pinturas murales en zócalos y dos bustos de mármol, uno de Dionisio,
dios del vino, y otro de Sileno, sátiro y deidad menor de la embriaguez. Se
calcula que la villa fue construida con anterioridad a la fundación de Barcino,
el siglo I aC, mientras que el hallazgo de fragmentos de cerámica y otros
indicios hacen pensar que se mantuvo activa hasta el siglo VIII. Pese al
hallazgo, las administraciones públicas no adoptaron ninguna medida hasta que
ya fue imposible no cubrir buena parte del yacimiento bajo la estación.
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Vista general de la primera fase de excavaciones de la villa romana del Pont del Treball | Daniel Alcubierre