
Claustre de la Universitat de Barcelona
El edificio histórico de la Universidad de Barcelona (UB),
situado en la Gran Vía de les Corts Catalanes, es uno de los monumentos más
emblemáticos de la arquitectura académica de la ciudad. Construido entre 1863 y
1893 según el diseño del arquitecto Elies Rogent, el edificio combina elementos
neorrománicos y neogóticos, con una fachada elegante y simétrica que transmite
sobriedad y grandeza. Su interior destaca por sus dos grandes patios centrales
ajardinados, el paraninfo –una sala de gran belleza artística utilizada para
actos solemnes– y la biblioteca, con techos altos y un diseño que evoca la
tradición medieval. Originalmente, el edificio se concibió como un espacio que
centralizaba todas las facultades de la UB. Hoy acoge las facultades de
matemáticas, informática, filología y comunicación, además de diversas oficinas
administrativas. El edificio es un testimonio vivo de la rica historia
académica y cultural de la ciudad.
“ La
universidad es un lugar donde se enseña a enseñar y se aprende a aprender
— John Henry Newman
A lo largo de la historia, las universidades han sido
pilares fundamentales para el desarrollo de la humanidad proporcionando
herramientas en una doble dimensión: para entender el mundo y transformarlo.
Barcelona dispone de cuatro universidades públicas y tres privadas, además de
centros internacionales especializados. La más antigua es la Universidad de
Barcelona. Su origen se remonta al 3 de noviembre de 1450, cuando el rey
Alfonso V el Magnánimo autorizó su fundación mediante una bula papal.

Sede central de la Universidad de Barcelona
En sus
inicios, tenía su sede en el Estudio General de Barcelona, ubicado en el
Hospital de la Santa Cruz, en el barrio del Raval, pero en 1714, tras la Guerra
de Sucesión Española, fue trasladada a Cervera como castigo por el apoyo de
Barcelona a la causa austríaca, y durante más de un siglo, la enseñanza
universitaria estuvo centralitzada en esta localidad. En 1837, en el
contexto de las reformas liberales y el renacimiento cultural catalán, la
universidad regresó a Barcelona, en el edificio de la plaza Universidad. Con la
UB como precedente, a lo largo de las últimas décadas se han fundado otras
universidades que han convertido a Barcelona en un actor clave para el
desarrollo cultural, científico y social a escala global.

Nexus I y II (UPC)
Los orígenes de la Universidad Politécnica de Cataluña,
especializada en los ámbitos de la ingeniería, la arquitectura, las ciencias
aplicadas y la tecnología, están estrechamente ligados al progreso industrial y
tecnológico del país. La universidad tiene sus orígenes en diversas escuelas
técnicas fundadas a lo largo del siglo XIX y principios del siglo XX, como la
Escuela de Ingenieros Industriales (1851) o la Escuela de Arquitectura (1875),
que en 1971 se integraron para formar la universidad. Con los años, la UPC ha
crecido hasta incluir numerosos campus y escuelas distribuidos por todo el
territorio catalán, consolidándose como un referente en educación superior e
investigación.
El Campus Norte de la Diagonal se diseñó con una visión
orientada a la modernidad y la eficiencia, creando un entorno que facilitara
tanto la formación académica como la investigación científica. Entre los
modernos edificios que lo configuran destacan el Nexus I, diseñado por el
arquitecto Enric Soria e inaugurado en 1999, y el Nexus II, diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill e inaugurado en 2006. Ambos edificios destacan por su estética
contemporánea, con líneas limpias y la tecnología, la innovación y la
sostenibilidad. Ambos edificios son centros clave para el desarrollo de
proyectos tecnológicos y científicos, reforzando el papel de la UPC como motor
de innovación para la ciudad.

Fàbrica de Ca l'Aranyó (UPF)
La Universidad Pompeu Fabra es una de las instituciones
universitarias más jóvenes y prestigiosas de Europa. Se fundó en 1990 con sólo
dos estudios, Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, pero con el tiempo
su oferta académica se ha ido ampliando, incluyendo ámbitos como la
comunicación, las ciencias políticas, la biomedicina y las tecnologías de la
información. El planteamiento arquitectónico de sus espacios distribuidos por
toda la ciudad es un destacado ejemplo de integración entre la funcionalidad
educativa y la preservación del patrimonio histórico emblemático, como la
antigua Fábrica de Ca l'Aranyó, en Poblenou, que ha sido transformada en un
centro educativo y cultural respetando su origen industrial.

Biblioteca de las Aguas (UPF) | Martin Brown
El edificio de la Biblioteca de las Aguas de la UPF, situado
en el recinto del depósito de las aguas del siglo XIX, es una joya de la arquitectura
industrial de Barcelona. El edificio fue diseñado y construido en 1874 por
Josep Fontserè con la colaboración de un joven Antoni Gaudí, como cisterna para
abastecer de agua el parque de la Ciutadella y otras zonas cercanas. El espacio
destaca por una estructura única de bóvedas de ladrillo sostenidas por finas
columnas de hierro fundido, que genera un ambiente monumental y armónico. Hoy,
el edificio ha sido transformado en una biblioteca, que proporciona una
atmósfera inspiradora para el estudio gracias a la luz natural que entra por
sus ventanas y la amplitud de sus espacios. Es un ejemplo emblemático de cómo
reutilizar el patrimonio arquitectónico para usos contemporáneos, manteniendo
su valor histórico y estético.


Sede central de la Universidad de Barcelona