

Los primeros ejemplos los tenemos en las tres viviendas más originales de "la manzana de la Discordia" ubicada en el Pasro de Gràcia. Son la casa Batlló (1904-1906), construida por Gaudí; la casa León Morera (1905), de Lluís Domènech i Montaner, considerada por algunos como una de las más modernistas del mundo, y la casa Amatller (1898-1900), inspirada en las viviendas de los Países Bajos y diseñada por Josep Puig i Cadafalch. Hay otros muchos edificios por toda la ciudad, que son parada obligada para aquellos que quieren conocer en profundidad el movimiento.

La Casa Vicens, diseñada por Antoni Gaudí, es una de las primeras obras del modernismo catalán y marca el inicio de su carrera arquitectónica. Construida entre 1883 y 1885 en el barrio de Gracia, combina influencias orientales y elementos naturales con decoraciones de cerámica y hierro forjado. Aunque menos conocida que otras obras de Gaudí, destaca por su exuberancia y colores vivos. Originalmente una residencia privada, actualmente es un museo que ofrece una visión de la creatividad del arquitecto en sus inicios.





